¿Te imaginas poder ver tu serie favorita cuando quieras, sin esperar a que la televisión tradicional la programe? ¿O saltarte los anuncios que no te interesan y recibir anuncios más relevantes según tus intereses y comportamiento digital? Esto ya no es ciencia ficción: es el video bajo demanda (VOD), una revolución que está redefiniendo cómo consumimos contenido y, sobre todo, cómo las marcas se conectan con nosotros.
En este artículo, se explicará qué es el VOD, cómo funciona y por qué se ha convertido en el aliado número uno de la publicidad digital.
¿Qué es el video bajo demanda (VOD)?
El video bajo demanda (también conocido como video on demand o contenido on demand) es un modelo de distribución digital que permite a los usuarios acceder a películas, series, documentales y otros formatos audiovisuales en cualquier momento y desde cualquier dispositivo. A diferencia de la televisión tradicional, donde los programas se emiten en horarios fijos, el video bajo demanda funciona como una «biblioteca virtual» donde tú decides qué ver, cuándo y cómo.
¿Cómo funciona el video bajo demanda?
La magia del video bajo demanda está en su flexibilidad. Las plataformas almacenan contenido en servidores en la nube y cuando seleccionas un video, este se transmite directamente a tu dispositivo (ya sea un smartphone, una smart TV o una tablet) a través de internet. ¿Lo mejor? No necesitas descargar archivos pesados: el streaming hace todo el trabajo por ti.
Tipos de VOD: SVOD, TVOD, AVOD… ¿En qué se diferencian?
No todo el contenido on demand es igual. Existen varios modelos de negocio adaptados a diferentes necesidades:
- SVOD (Subscription Video on Demand): Pagas una suscripción mensual o anual para acceder a un catálogo ilimitado. Ejemplo: ViX.
- TVOD (Transactional Video on Demand): Compras o alquilas contenido específico, como una película en Amazon Prime Video.
- AVOD (Advertising Video on Demand): El contenido es gratuito, pero incluye anuncios. Plataformas como YouTube o Pluto TV usan este modelo.
Pero aquí hay un detalle clave: el AVOD está ganando terreno porque equilibra la gratuidad con publicidad no intrusiva. Por ejemplo, servicios como Tubi o Roku Channel ofrecen pausas publicitarias más cortas que la TV tradicional (¡algunas de solo 15 segundos!), y lo mejor es que los anuncios suelen estar hiperdirigidos en plataformas que permiten segmentación avanzada, como Tubi o Pluto TV. ¿El resultado? Usuarios menos irritados y marcas con mejor ROI.
Ahora, ¿Qué es CTV (Connected TV)? No es solo un televisor conectado a internet: es una mina de oro para los anunciantes. En Latinoamérica, el 59% de los hogares con internet ya usan CTV (Comscore 2024), lo que significa pantallas grandes donde los anuncios impactan más. Imagina un spot de automóviles en 4K durante una película de acción… ¡eso es el sueño de cualquier marca!
Video bajo demanda vs. Televisión tradicional: ¿Por qué gana el primero?
¿Recuerdas esos días en los que tenías que correr a casa para no perderte el capítulo de tu serie favorita? O peor: ¿sufrir 10 minutos de anuncios de laxantes y seguros médicos justo en el clímax de una película? La TV tradicional tiene su encanto nostálgico, pero el VOD le está dando jaque mate. Y no es solo por el control de pausa y play.
1: Flexibilidad que enamora (y hace ganar tiempo)
Con el VOD, tú eres el programador. ¿Quieres ver una película en pijama a las 2 a.m.? Adelante. ¿O tres capítulos seguidos de tu serie favorita mientras esperas el avión? El VOD no te juzga. En cambio, la TV tradicional sigue anclada a horarios fijos, como si viviéramos en los 90.
2: Publicidad que no te hace odiar a las marcas
En la TV abierta, los anuncios interrumpen, repiten lo mismo y rara vez te interesan. En el VOD, especialmente en modelos como el AVOD, la publicidad es como un amigo que te recomienda algo útil: «Oye, ¿sabías que estas zapatillas están en oferta justo hoy?». ¿Magia? No: algoritmos que analizan qué compras online, qué videos miras e incluso dónde vives.
3: El dato mata al «a ver qué pasa»
La TV tradicional lanza anuncios al aire, como globos sin rumbo. ¿Cuántos jóvenes de 18 a 25 años vieron el spot? Ni idea. El VOD, en cambio, te dice: «El 72% de quienes vieron tu anuncio son mujeres de 30-45 años interesadas en fitness». Y si el mensaje no funciona, lo ajustas en 24 horas. ¿Ejemplo? Imagina una marca de bebidas energéticas que, gracias al VOD, detecta que su público no son atletas, sino estudiantes noctámbulos. Cambian sus anuncios de «Rinde al máximo en el gym» por «¿Tienes un examen a las 3 a. m.? Nosotros te despertamos». ¿Resultado? ¡Engagement por las nubes!
4: Pantallas en todos lados (hasta en el baño)
La TV tradicional vive en la sala. El VOD vive en tu celular, tablet, portátil… hasta en el espejo inteligente del baño (sí, existen). Hoy en día los millennials ven series mientras cocinan o hacen ejercicio. ¿Y la CTV? Es el rey de las pantallas grandes: Imagina tu anuncio de viajes en 4K durante un documental sobre el planeta Tierra.
El VOD y la publicidad digital: Un matrimonio perfecto
Esta es la cuestión: el video bajo demanda no solo entretiene, sino que ha revolucionado la forma en que las marcas interactúan con su audiencia. ¿Cómo? Gracias a los datos de comportamiento.
Publicidad hipersegmentada: El fin de los anuncios genéricos
Imagina que eres una marca de deportes. En la TV tradicional, lanzas un anuncio durante un partido y cruzas los dedos para que llegue a tu público. Con el video bajo demanda, en cambio, puedes mostrar tu anuncio solo a usuarios que han visto documentales sobre fitness, comprado zapatillas online o buscado “rutinas de ejercicio”. ¡Eso es precisión!
Formatos publicitarios que triunfan en el video bajo demanda
- Anuncios interactivos: ¿Un banner que te invita a participar en un quiz? ¿Un video que te permite comprar el producto con un clic? El VOD lo hace posible.
- Inserción dinámica de anuncios: Plataformas como Hulu insertan publicidad en tiempo real, adaptando los mensajes según el perfil del usuario.
- Branded content: Series o cortos creados por marcas, como el famoso caso de Red Bull con sus documentales extremos.
¿Por qué las marcas no pueden ignorar el video bajo demanda?
La respuesta es simple: el consumidor está aquí.
- Los tiempos cambiaron y los modos de consumir contenidos y publicidad también. El video bajo demanda no es una moda pasajera; es el presente y futuro del entretenimiento
- Porque el VOD es donde está el engagement real: Este público dedica en promedio cuatro horas diarias al consumo de contenido, con un pico de audiencia entre las 7:00 p. m. y las 12:00 a. m. (Comscore 2024)
- Además, permite medir exactamente cuántas veces se ve un anuncio, quién lo salta y quién compra después.
- Con el auge de la CTV, las oportunidades se multiplican. Los televisores inteligentes permiten una experiencia más inmersiva, ideal para anuncios de alta calidad que capten la atención en pantallas grandes.
El VOD es la llave para conectar con audiencias reales
El video bajo demanda ha roto las cadenas de la programación lineal, dando a los usuarios el control absoluto. Para las marcas, esto significa un terreno fértil: anuncios relevantes, medición precisa de resultados y una conexión emocional más fuerte.
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Referencias bibliográficas
- Comscore (2024, 12 de diciembre) Comscore presentó los hallazgos clave de su estudio 2024 sobre Connected TV en América Latina.
- Lacort J (2024, 13 de agosto) El vídeo bajo demanda empieza a ser rentable. Esto marca un antes y un después en la industria. Xataka.
- Reinoso T. (2024, 8 de julio) Pantallas múltiples, contenidos diversos: cómo el streaming y el on demand patearon el tablero en Argentina. IproUP.